Por Adelaida Entenza
La CLADE entrevistó a Nicolás Rojas Sánchez, director de la película “Snuu Viko, el lugar de las nubes y algunas palabras perdidas”, que aborda el tema del desplazamiento de la lengua mixteca en el pueblo San Juan Mixtepec en México. En esta charla, comenta como su vivencia personal ha impulsado este proyecto y destaca la importancia de la educación y del lenguaje audiovisual para la resistencia de los pueblos indígenas por el mantenimiento de su lengua materna.
Nicolás Rojas Sánchez es Licenciado en Ciencias y Técnicas de la Comunicación y director de distintos trabajos cinematográficos que abordan las vivencias de comunidades indígenas en México. Sus producciones han recibido diversas distinciones como el Premio CDI en el 6º Festival Internacional de Cine de Morelia (2008) y el premio ARIEL que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (2014).
La película “Snuu Viko, el lugar de las nubes y algunas palabras perdidas”, producida en el 2008, aborda la historia de Emilio, un niño mixteco que se encuentra en el dilema de continuar hablando la lengua que aprendió de sus abuelos o comunicarse sólo a través de la lengua que le enseñan en la escuela, el español. La obra propone la reflexión sobre la discriminación y la importancia de la valorización de esta lengua por la propia comunidad. “Existe discriminación, desigualdad, limitaciones. Yo lo viví cuando migré a otro poblado a estudiar la secundaria. En algún momento me sentí discriminado y sentí vergüenza de hablar el mixteco. La presión social genera eso”, afirma Sánchez. Mira a continuación la entrevista completa.
¿Nos podrías compartir cómo nace la idea de realizar este proyecto y el contexto al cual se encuentra asociado?
En 2005, como parte de mi tesis de licenciatura, realice una investigación en mi pueblo natal San Juan Mixtepec, en Juxtlahuaca, Oaxaca, a cerca de la lengua de la lluvia o lengua mixteca, de la cual soy hablante. La investigación surgió de una necesidad personal por comprender la situación de desplazamiento que enfrenta la lengua mixteca en esta comunidad. Durante mi infancia y adolescencia en San Juan Mixtepec notaba como las nuevas generaciones iban sustituyendo paulatinamente el mixteco, nuestra lengua materna, por el español. Por lo que mediante esta investigación quise conocer e identificar los factores que influían en este cambio lingüístico.
Una vez culminada la tesis, me preocupo que los resultados de esta investigación no tuvieran mayor difusión, por lo que decidí que a partir de ésta redactaría un guión para realizar una película. La cual mezclaría el género documental con la ficción.
Entreviste a los primeros profesores que llegaron a esta comunidad así como a sus primeros educandos, familiares que asistieron a la escuela durante la década de los 40´s y 50´s, quienes narran cuales eran los métodos de educación así como la situación de la lengua mixteca frente al español.
Además de las entrevistas, escribí la historia de Emilio, un niño de ocho años que promete a su abuela, hablante monolingüe de mixteco, que no dejará de hablar el sa´an savi, la lengua de la lluvia.
El eje de este trabajo es llamar la atención sobre la valorización de la lengua mixteca. ¿Nos cuentas un poco desde que dimensiones? ¿Éstas dimensiones van más allá de los aspectos culturales y lingüísticos?
Sí. De alguna manera está ligado a cuestiones universales como la salud, justicia, educación, política y economía, mezclado con aspectos culturales comunes de mi pueblo, para que todos captaran la importancia de valorar nuestras lenguas. El eje principal es un sentimiento de amor hacia mi lengua.
En base a tu experiencia ¿qué nos puedes decir en cuanto a las dimensiones de igualdad y no discriminación hacia las personas hablantes de lenguas originarias o indígenas y al reconocimiento y valorización de sus identidades?
Existe discriminación, desigualdad, limitaciones. Yo lo viví cuando migré a otro poblado a estudiar la secundaria. En algún momento me sentí discriminado y sentí vergüenza de hablar el mixteco. La presión social genera eso.
Ahora que he estado presentando la película en algunas escuelas surgió ese tema con algunos chicos y hablamos de ello. Uno de los jóvenes dice que no hablaba el mixteco porque los mismos compañeros lo discriminan. Este tema está en las escuelas, en las calles, en todos lados. ¿Por qué? Porque han sido muchos años de tratar de borrar todas estas lenguas. A la generación de mis padres les inculcaron que hablar el mixteco era malo, eran castigados por ello; por lo tanto nosotros crecimos escuchando que estaba mal hablar en mixteco. Es una batalla bastante fuerte si lo ves en su dimensión histórica. En este sentido hay toda una generación que se autodiscriminó, es decir asumió la supuesta inferioridad de su propia lengua, y heredó esa minusvalorización a la siguiente generación.
Día con día todos y cada uno de los 3 801 962 hablantes de lengua indígena que habitan nuestra entidad, es decir, el 31.2% de la población oaxaqueña, quienes al tratar de acceder a servicios de salud, justicia y educación o simplemente al hacer uso de su lengua materna fuera de los espacios familiares o comunitarios siguen siendo víctimas de marginación y exclusión.
Hoy en día, no están garantizados los servicios de salud, justicia y educación en todas y cada una de las 16 lenguas indígenas que existen en la entidad. A pesar de que Oaxaca es una de las entidades que desde la década de los 90´s ha estado a la vanguardia en el reconocimiento de derechos de los pueblos indígenas, sin embargo, también conocemos que la brecha de implementación de estos derechos en ocasiones ha hecho de las leyes letra muerta.
En la película, la historia de Emilio alude a la historia de vida que transitan muchas personas, no solo en México sino en muchas otras comunidades y países de nuestra región. ¿Alude también a vivencias de índole personal?
Claro, la historia de Emilio refiere a vivencias propias. Recuerdo a un amigo de segundo grado, que por hablar el mixteco el maestro lo golpeó con una vara de rosal en la cabeza. La vara lo lastimó y el niño empezó a sangrar. Eso es extremadamente agresivo.
A su vez, la abuela del documental es mi abuela. Ella actúa en mi película y eso también es personal, porque son cosas que yo generé con ella a partir de la convivencia. Varios de los personajes también son integrantes de mi familia.
¿Qué papel piensas que tiene la educación en todos estos procesos? ¿Qué desafíos identificas en este campo?
Es importantísima. Hay otros elementos que aparecen en el documental, pero la educación es importantísima. Ha sido el eje quizás porque a partir de ello se legitima una cosa u otra, a partir de ello es que funciona la sociedad. Ha tenido altibajos también, porque en algún momento fue muy agresiva cuando empezó este proceso de nacionalización en México. En ese momento se impone el español como lengua hegemónica, y se da un proceso agresivo de la educación dónde las lenguas eran el enemigo a eliminar. Eso a los inicios, después cuando nace el Instituto Nacional Indigenista y la educación bilingüe, es como que ‘ahora sí hay que darle valor’.
En realidad en México por muchos años después del encuentro de estas dos culturas, el choque fue brutal para las personas indígenas incluso al punto de que llegara a auto-discriminarse y auto-aceptar que no se era capaz. Ello existe mucho en México, y por eso la discriminación. Esto está muy presente en los medios de comunicación, en las películas, en todo.
¿Identificas la ausencia de una educación intercultural bilingüe y de la valoración de la lengua materna como un factor de exclusión educativa y abandono escolar? ¿Es necesario reforzar la educación intercultural bilingüe?
Sí, es necesario. Ahora han surgido un gran número de escuelas, otras se han estado cerrando porque también está el fenómeno de la migración. Pero han tenido altibajos porque en un inicio usaron sólo la lengua o las personas hablantes de mixteco como medio para enseñar el español, no para alimentar la lengua mixteca (Sa’an saví) y desarrollarla. Últimamente he notado que ha cambiado, los maestros están más interesados, así como los alumnos, las familias. En cada pueblo hay cambios muy diferentes.
Por ejemplo recientemente estuve en un pueblo que se llama Coicoyán de las Flores, en Oaxaca, es un pueblo en el que la gente habla el mixteco y se siente orgullosa de hablarlo, hay una conciencia general por su lengua. Sin embargo en un pueblo vecino, las personas ya no quieren que se hable el mixteco y no quieren que les enseñen a sus hijos el mixteco en la escuela porque dicen que ellos se los enseñan en su casa. Algo así como ‘queremos que ustedes se enfoquen en enseñar hablar el español porque nosotros nos vamos a enfocar en enseñar el mixteco’. También existe una relación de mercado, y por eso quieren que sus hijos aprendan a hablar bien el español, porque lo necesitan para vender sus artesanías y para generar esa relación de mercadeo con las personas que vienen.
Nos damos cuenta que sí es importante la educación bilingüe y hay que mantenerla, generarla, procurarla, pero hay que entender que también desde la sociedad estamos generando eso, y también desde las leyes.
A través de algunos de los relatos y testimonios recogidos en tu trabajo, quedan visibilizados algunos factores de exclusión educativa, como por ejemplo el tema de la localización geográfica, la distancia a los centros educativos, situaciones de pobreza y también el tener que asumir tareas o trabajo comunitario (como cuidar el ganado) y la migración temprana. Hay otro factor que está muy presente en los testimonios y es el tema de género: “me sacaron de la escuela porque era mujer”, “con eso es suficiente porque son mujeres.”, “los hombres son los que deben ir más tiempo a la escuela” ¿Qué piensas sobre ello?
Existe machismo, ha existido y existe, aunque me atrevería a decir que en menor grado. Por eso abordo el tema en la película, porque es una obligación cuestionar todos los aspectos negativos existentes en el pueblo, sobre todo si se ha legitimado como una costumbre. Porque entre hombres y mujeres, sin importar si somos hablantes de castellano, de lenguas indígenas u otras, debe existir igualdad y equidad en todos los aspectos de la vida.
¿Cómo piensas que este documental ha impactado en términos de sensibilización y visibilización de estas realidades?
Creo que ha sido muy interesante y a la vez muy diverso según los lugares en dónde lo he presentado. En el caso de mi pueblo, San Juan Mixtepec, ha pasado de todo. Por ejemplo gente que se extrañaba de ver una película en la que se habla mixteco, en la que aparece gente tan común y tan cercana. Quizá hay como una cerrazón o un rechazo en una primera instancia y después viene la asimilación de lo que realmente se está tratando. En un pueblo que se llama Santa Cruz, cuando se proyectó la película se juntaron 150 personas a mirarla y al final terminamos dialogando hora y media. Cuando terminó la película, se levantó un señor y dijo ‘esta película dice la verdad porque a mí me paso eso’ y empezó a contar su historia de vida. No se está acostumbrado a eso, no hay un trabajo cinematográfico sobre eso.
Esto ha creado diálogos y reacciones, conversamos sobre la lengua entendiendo que somos nosotros los hablantes de esta lengua los primeros que debemos tener conciencia y reaccionar. Por muchos años ha sido sólo a través de un ejercicio de autoreflexión que muchos de los hablantes de mixteco, como de otras lenguas indígenas, han logrado mantener vivas a estas lenguas, usándolas de manera oculta en espacios privados, familiares o comunitarios.
Un señor de unos 80 años miró a unos jóvenes y los cuestionó (en mixteco), ’ustedes que escriben tanto en celular ¿alguno escribe en mixteco en su celular?’. Algunos jóvenes levantaron la mano y dijeron ‘sí, nosotros nos escribimos en mixteco’. Es decir, estamos actuando, incidiendo, apropiandonos de las nuevas tecnologías.
¿Cuál es el rol que le asignas al lenguaje audiovisual en la reafirmación y reivindicación de derechos? ¿Piensas que a través de este lenguaje también se desarrollan procesos educativos?
El papel del audiovisual es importantísimo, es un medio muy accesible para todos, incluso para personas que no sepan leer, como por ejemplo en mi pueblo. Y por supuesto que para las nuevas generaciones es un lenguaje que han adoptado porque justo nacieron en su auge.
Es importante generar material desde el lenguaje audiovisual pero hay que ser muy consciente y saber desde dónde se abordan las temáticas, para no caer en dimensiones victimistas. Hay que reflexionar desde qué momento histórico estamos haciendo estas cosas para que resulten proyectos de calidad. El audiovisual es una herramienta que puede generar otras cosas en la sociedad, tiene un abanico de posibilidades para presentar situaciones, poder tocar fibras más profundas y emocionales que conecten con el espectador.
Vea aquí el trailer de “Snuu Viko ” El lugar de las nubes y algunas palabras perdidas”
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