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“La violencia nos llama a no centrar la discusión en la víctima o en el/la agresor/a, sino a mirar nuestros sistemas escolares”

15/05/2017

En entrevista especial a ALER (Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica), Daniela Trucco, Oficial de Asuntos Sociales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL), comenta los principales hallazgos de la publicación “Las violencias en el espacio escolar”, producida por la CEPAL, en alianza con la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de UNICEF. La investigación analiza los impactos de las distintas formas de violencia en el espacio y en el entorno escolar sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje en la educación primaria en América Latina y el Caribe. (Lea más sobre este estudio aquí y aquí.)

De acuerdo al reciente estudio sobre las Violencias en el espacio escolar, ¿cuáles son las principales causas o modalidades de violencia presentes en el ámbito escolar?

En las relaciones dentro de instituciones sociales, en general, se encuentran índices de violencia bastante importantes. Y esto incluye los ámbitos escolares. Entendemos las violencias en plural porque, como son relaciones sociales entre distintos actores, hay variados tipos y magnitudes. Ocurre violencia entre pares, es decir, entre los y las estudiantes, pero también entre los/as estudiantes y los/as docentes, de ida y de vuelta, y a veces con los directivos u otras autoridades del espacio escolar.

El hecho de que existan relaciones violentas dentro de algunas escuelas de América Latina, como se ve en este estudio a partir de los datos existentes, lo consideramos una vulneración de derechos de la infancia porque, por una parte, no se está garantizando las escuelas como refugios donde los y las estudiantes pueden ejercer sus derecho a la educación, en contexto de relaciones pacíficas. Por otra parte, en una gran cantidad de países las relaciones de violencia influyen en los rendimientos académicos y, por lo tanto, están vulnerando el derecho de estos/as estudiantes a recibir una educación de calidad. Escucha aquí

¿Cómo fue el proceso investigativo para identificar quiénes son las personas que más perciben o son más vulnerables a ser víctimas de violencia en el ámbito escolar?

En este estudio se trabaja en base a un instrumento que tiene sus limitaciones en términos de lo que mide. Utilizamos una medición de rendimiento académico que realiza la UNESCO y que se llama TERCE. Es el tercer estudio de este tipo que se hace en América Latina, en 15 países de la región, para evaluar rendimientos académicos en el sexto grado de la primaria en las áreas de lectura, matemática y ciencia. Como lo suelen hacer estos testes estandarizados, hay cuestionarios a estudiantes, docentes, directivos y familias de los y las estudiantes que rinden estos exámenes. Dentro de estos cuestionarios se incluyen indicadores y preguntas de distintas áreas. Lo que hicimos en el estudio fue seleccionar todos los datos disponibles sobre violencia, que se centran en dos tipos específicamente: a estudiantes y a los/as docentes se les pregunta por la violencia en el ambiente escolar. A los y las estudiantes específicamente se les pregunta por sus propios temores o vivencias dentro de la sala de clases, mientras que a las familias y a los directivos se les pregunta por el entorno de la escuela y por actividades de riesgo asociadas a la violencia, como el vandalismo, el tráfico de drogas, etc. Escucha aquí

En las escuelas pueden existir situaciones de discriminación o segregación que afectan la convivencia escolar. ¿Qué análisis nos puede hacer sobre la experiencia de estudiantes migrantes, indígenas, que están en situación de trabajo infantil, o cuyas familias tienen bajos ingresos?

El tema de las violencias es transversal y afecta a los y las estudiantes de todos los grupos sociales. En esta investigación lo que queríamos ver era qué tipo de magnitudes o tipos de violencia son predominantes.

Entre los y las estudiantes que responden estos cuestionarios, aquellos/as que perciben mayor nivel de violencia al interior de las salas de clases son los y las estudiantes que trabajan, en gran parte de los países. Eso quiere decir que es un grupo de estudiantes que tienen muchos de sus derechos vulnerados, porque un estudiante de 6to grado o de 3er grado no debiera trabajar. Se reproducen círculos de exclusión, donde un tipo de situación o de desigualdad se refuerza con otro. Lo mismo respecto a otra variable, que es muy importante en los análisis educacionales: el nivel socioeconómico del hogar de origen. La mayor parte de los y las estudiantes que perciben mayores niveles de violencia tiende a pertenecer a niveles socioeconómicos más bajos.

En algunos de los países, donde hay más población indígena y población migrante, quien pertenece a ese grupo vivencia más situaciones violentas en el interior de la escuela.

Esto tiende a ser un fenómeno más presente en las escuelas urbanas que en las escuelas rurales. Asimismo, los niños varones en comparación a las niñas perciben en mayor medida la violencia interna en la escuela. Escucha aquí

Estudios indican que 30% de los niños, niñas y adolescentes de toda América Latina y el Caribe, en edad escolar, afirman haber vivido situaciones de violencia en la escuela. ¿En relación al resto del mundo este número debe generar alarma? ¿Cómo usted ve este tipo de estadística?

Cuando un tercio de los y las estudiantes declara tener una percepción de ambientes violentos al interior de las salas de clases, este es un tema a considerar con mucha importancia. El llamado es a no centrar la discusión en la víctima o en el/la agresor/a, sino en observar nuestros sistemas escolares y las escuelas.

Las escuelas no están logrando representar, sobretodo con niños y niñas tan pequeños/as, un espacio de relaciones pacíficas donde las autoridades y las personas adultas estén guiando la formación para los tipos de relación que se quiere construir en la sociedad. Escucha aquí

¿Se puede mencionar algunos impactos de la violencia en la educación, en términos de las condiciones del aprendizaje de los y las estudiantes?

Se hicieron en este estudio análisis estadísticos bastante sofisticados, entendiendo que, debido a la segregación escolar, hay muchos factores que determinan el resultado académico de un/a estudiante, entre los cuales la violencia es uno de los aspectos asociados al aprendizaje.

Hay países donde esta relación es más marcada que en otros. Los países que probablemente destacan más, son Chile, Ecuador y Colombia. En el caso de Chile, donde se identifica una alta percepción de ambiente de aula agresivo, el desempeño en la prueba de ciencias para estudiantes del sexto grado disminuye un poco más de 30 puntos en relación al resultado promedio; y más de 20 puntos en lectura y en matemática. Es algo bastante relevante, considerando que en este país el factor socioeconómico tiene rol fundamental y el rendimiento del/de la estudiante de bajos ingresos se reduce alrededor de 45 puntos. O sea, la violencia sería un factor menos determinante al aprendizaje, pero [los números indican impacto] bastante similar.

En el caso de Colombia, este mismo índice de percepción de aulas violentas se relaciona con una reducción del aprendizaje de lectura de más de 30 puntos, de ciencias también en 30 puntos y de matemática en 20 puntos.

En el caso del Ecuador es todavía más fuerte esa asociación y se identifica una disminución de casi 40 puntos en el rendimiento en ciencias y de 25 puntos para lectura. Escucha aquí

Para enfrentar este tema complejo y multidimensional de la violencia en la escuela, hay países que han creado programas, políticas públicas o marcos regulatorios para ayudar en la comprensión y la prevención de la violencia. ¿Desde su mirada, en qué todavía es necesario avanzar?

Muchos de los países de la región tienen marcos regulatorios nacionales sobre el tema de la violencia en el interior de las escuelas. Existen normas que trabajan directamente sobre el bullying o el matonaje escolar como una de las dimensiones de violencia escolar. Otros tienen normas más generales, como la adhesión a la Convención de los Derechos del Niño, donde se trabajan los programas a nivel nacional o bien canales de comunicación para la atención. Asimismo, se desarrollan distintos tipos de estrategias preventivas y de articulación con otros sectores, como la salud.

Con este estudio no nos adentramos en medir cuáles son las estrategias más efectivas, ya que nos concentramos en la revisión de otras publicaciones que se han hecho al respecto, realizando ciertas recomendaciones para medidas de prevención. Por ejemplo, uno de los diagnósticos es que el tema de violencia en el interior de las escuelas tiene que ver en gran parte con la falta de tolerancia y valoración de la diversidad. Entonces, enseñar a los y las estudiantes a respetar al otro, a valorar al que sea distinto, en vez de burlarse, en vez de excluirlo/a, es una de las herramientas a trabajar, no solo con la población estudiantil sino también con la población de adultos que existe en las escuelas. Escucha aquí

Escucha la entrevista completa con Daniela Trucco.

Producción conjunta: María Cianci Bastidas (ALER), Fabiola Munhoz y Fabiana Vezzali (CLADE).

Iniciativa:

Oficina de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación | Av. Prof. Alfonso Bovero, 430, conj. 10 – Perdizes, São Paulo, 01254-000, Brasil Tel. +55 11 3853-7900 | orei@campanaderechoeducacion.org

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