La irrupción del COVID-19 en la vida de las personas alrededor del mundo, trajo consigo muchos cambios y supuso la instauración de diversas medidas para controlar y prevenir la propagación del virus. A consecuencia de las restricciones a la movilidad, cierre de instituciones y/o interrupción en la prestación de servicios sociales básicos, así como implantación de normas de distanciamiento físico, surgieron nuevos desafíos relacionados con el cuidado integral de la salud, el desarrollo, bienestar y la educación de los niños, niñas y adolescentes, especialmente los más excluidos por condiciones socioeconómicas, pertenencia a pueblos originarios, discapacidad, lugar de vivienda urbano-rural y situación migratoria.
En particular, emergió la necesidad de acompañar a los niños, niñas y adolescentes con discapacidad y a sus familias, explorando formas nuevas de encuentro y ayuda mutua para mitigar los efectos de un contexto que profundizaba el aislamiento, vulnerabilidad y estrés de este grupo poblacional que, incluso en situaciones regulares, a menudo se encuentra expuesto a numerosas restricciones, exclusión o segregación.
Para responder a esta situación, UNICEF inició el desarrollo de Una Casa con muchas ventanas, iniciativa que abarca una serie de encuentros inclusivos virtuales para brindar contención y favorecer el fortalecimiento de las redes de apoyo de la niñez con discapacidad y sus familias. Para la realización de estos espacios lúdicos se utilizaron redes y plataformas de comunicación digital existentes, partiendo del diseño y la planificación metodológica con formatos accesibles fundamentados en el diseño universal.