Ya pasaron once años de la implementación del Programa de Educación Sexual Integral (ESI). El 4 de octubre de 2006 se sancionó la ley 26.510 que, en su primer artículo, estipula: “Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal”.
Marcaba un antes y un después. Establecía un cambio de cosmovisión, un concepto de sexualidad superador que se inculcaría en todos los niveles de la educación pública y privada nacional. “Por parte del Estado, implicó una política tendiente a la promoción de una educación para una sexualidad responsable desde una perspectiva de género que incluye la diversidad sexual”, sostuvo a Infobae Sonia Almada, directora de Aralma, instituto focalizado en infancia y adolescencia.
Infobae – 26/10/2017