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Es imperioso defender el carácter colaborativo de la docencia

Hoy se encuentra en plena discusión pública y parlamentaria un nuevo sistema de desarrollo profesional docente, en la que la carrera profesional debe ser la piedra angular que permita transformaciones de fondo al sistema educativo chileno. En este contexto, resulta imperioso defender el carácter colaborativo de la docencia y de la construcción de saberes pedagógicos, elementos fundamentales de la profesión docente  que han sido fuertemente debilitados por años de políticas educacionales neoliberales.

La mercantilización de la educación no solo transformó la administración y el financiamiento del sistema educativo, sino también al propio ejercicio docente. Bajo conceptos como productividad y eficiencia, la sola transmisión y evaluación de contenidos, junto al cumplimiento de objetivos de aprendizaje estandarizados en reducidas áreas del currículum, se transformaron en las varas para medir al “buen profesor”. En este escenario, la formación continua, salvo valiosas excepciones, tendió a presentarse como una “capacitación” o “entrenamiento” para cumplir dichas metas; mientras que el desarrollo profesional ha sido reducido a la incorporación de determinadas técnicas, que permitirían a los docentes ajustar sus prácticas para reproducir con exactitud los parámetros curriculares y metodológicos diseñados por “expertos”. Transformando la profesión docente en la más alienada del sistema. Todo se decidía fuera de ella.

Esta manera de concebir la formación continua y el desarrollo profesional, sumado a un sistema de culpabilización y responsabilización individual, ha tenido nefastas consecuencias para la educación chilena. En primer lugar, ha desprofesionalizado y atomizado el trabajo de cada profesor, rompiendo su trabazón interna con los cuerpos docentes y negando, por lo tanto, el carácter colectivo de la profesión. Y en segundo lugar,  ha considerado a los docentes como objetos de intervención externa y no como sujetos, que desde los saberes que surgen de su experiencia en el aula, pueden contribuir a la definición de programas y políticas educativas que mejoren la educación en su conjunto.

Recuperar la profesionalidad y el carácter colectivo del trabajo docente, así como legitimar en los debates públicos el pensamiento político-pedagógico del magisterio organizado, pasa por la socialización de los saberes que los y las docentes creamos a diario en nuestras escuelas y liceos. Pasa también por promover el protagonismo de las comunidades educativas, docentes padres, madres, estudiantes y vecinos, avanzando en la construcción de comunidades de aprendizaje.

En los tiempos que hoy corren, cuando las demandas de la ciudadanía por participar e influir han desbordado los discursos y las recomendaciones de “especialistas”, resulta imperativo que como magisterio y comunidad  nos unamos para recoger y compartir nuestras experiencias. El Movimiento Pedagógico del Colegio de Profesores de Chile se proyecta como una de las oportunidades para construir colectivamente pensamiento político-pedagógico y uno de los medios para que las propuestas sindicales tengan impacto educativo a nivel nacional.

Iniciativa:

Oficina de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación | Av. Prof. Alfonso Bovero, 430, conj. 10 – Perdizes, São Paulo, 01254-000, Brasil Tel. +55 11 3853-7900 | orei@campanaderechoeducacion.org

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