El fallo impone a Educación “que disponga lo necesario para que en el término de cinco días se brinde el apoyo y asistencia de Maestro de Apoyo a la Inclusión, intérprete de señas, con la mayor carga horaria posible y de acuerdo a las necesidades de desarrollo e integración del hijo de la amparista, bajo apercibimiento de aplicar astreintes diarias de $1.000 en caso de verificarse el incumplimiento”.
El amparo fue presentado por la mamá de un adolescente de 14 años que inició la escuela secundaria en un establecimiento público de Roca, al que eligió por su orientación. La mujer indicó que las clases comenzaron “los primeros días de marzo” y que su hijo, pese a las gestiones realizadas, aún está “esperando que le designen la intérprete para que lo asista” durante toda la jornada escolar. Desde mediados de marzo el alumno tiene asistencia del intérprete dos días a la semana, en horario acotado a dos asignaturas, pues debe compartir el profesional con otro estudiante con idéntica necesidad, que cursa en otro establecimiento.
Lo Principal – 09/05/2016