En el 7 de octubre, se presentó el nuevo Código Civil y Comercial que expresa en el artículo 647: “Se prohíbe el castigo corporal en cualquiera de sus formas, los malos tratos y cualquier hecho que lesione o menoscabe física o psíquicamente a los niños o adolescentes. Los progenitores pueden solicitar el auxilio de los servicios de orientación a cargo de los organismos del Estado”.
Según la organización Child Rights Internacional Network, con esta decisión, Argentina forma parte de los siete países de América Latina que poseen una legislación que prohíbe este tipo de violencia contra los niños. Cuarenta y un estados del mundo han prohibido el castigo corporal de niñas y niños en seis ámbitos: la escuela, el hogar, centros de cuidado y atención alternativos, guarderías, instituciones penales y sentencias criminales. El último a tomar esta medida ha sido Bolivia, el sexto país de América Latina y el Caribe a determinar esa prohibición en todos los contextos. Los anteriores fueron: Brasil, Honduras, Uruguay, Venezuela y Costa Rica.
El informe “Ending legalised violence against children” [“Poniendo fin a la violencia legal contra niñas y niños”, en traducción libre – descárgalo aquí, en inglés], realizado en 2013 por la Iniciativa Global para poner fin a todo Castigo Corporal contra Niñas y Niños, señala que la prohibición legal del castigo corporal contra niñas y niños es un elemento esencial para el cumplimiento de los derechos humanos y la defensa del derecho a la educación, así como un requisito para que niñas y niños tengan acceso a la justicia.
La CLADE también le ha dado seguimiento al estado de esta prohibición del castigo corporal de niñas y niños en los países de la región de América Latina y el Caribe. En agosto de 2013, lanzó la “Consulta sobre Educación para la Paz, Convivencia Democrática y Derechos Humanos“ [disponible aquí], con el propósito de conocer en qué medida los principios de Educación en Derechos Humanos (EDH) están incidiendo en los marcos legales y las políticas educativas en la región de América Latina y el Caribe. Uno de los elementos evaluados por el estudio fue el grado de permisividad del castigo corporal de niñas y niños como medida correccional en diversos contextos, de acuerdo a las legislaciones de los países de la región.
Acompaña la situación actual en el mundo según la Iniciativa Global: Global Iniciative to End All Corporal Punishment of Children, cliquea aquí.