09/03/2017
Fuente: Educación con Diversidad e Igualdad
En los últimos años, el Estado peruano ha sido reconocido por la adopción de políticas orientadas a fortalecer el reconocimiento y el ejercicio de los derechos humanos, en particular de aquellas personas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad.
Es el caso del Currículo Nacional de Educación Básica aprobado recientemente, que reconoce y promueve los enfoques de género, derechos humanos y educación sexual integral en las escuelas, a fin que ésta se consolide como un espacio libre de violencia, promotor de relaciones basadas en los valores de igualdad y respeto a las y los estudiantes, como una estrategia esencial para la construcción de una sociedad más justa y equitativa para todas y todos.
La ONU y el UNICEF se han manifestado públicamente, saludando la inclusión del enfoque de género y no discriminación en el currículo nacional peruano.
Sumándose a estos posicionamientos, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, envió una carta a Marilú Martens Cortés, Ministra de Educación de Perú, felicitándola por la reforma curricular y respaldando el nuevo Currículo Nacional. En esta misma carta, la Campaña alienta a las autoridades públicas y actores de la sociedad civil del país a rechazar los ataques de los que está siendo objeto dicha política educativa y a defender las políticas públicas orientadas a prevenir y erradicar la discriminación y la violencia de género.
“Consideramos que la implementación del Currículo Nacional de la Educación Básica que ha comenzado este año, será un paso fundamental hacia la consolidación de la igualdad de género reconocida en diversos tratados internacional de derechos humanos, así como para alcanzar las metas definidas en la propia Agenda de Educación 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, señala la carta.
Otros activistas y representantes de organizaciones y movimientos de la sociedad civil del país también impulsan campañas y actividades de incidencia y movilización, con miras a informar y sensibilizar a la población sobre la necesidad, la importancia y el beneficio que acarrea una educación de calidad que integre el enfoque de igualdad de género e incluya la educación sexual integral. Un ejemplo fue el evento organizado por el proyecto ¡Sí Podemos!, en alianza con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la UNESCO y Plan Internacional, en el que se conformó una mesa de trabajo con el objetivo de integrar planes de acción en marcha desde las diferentes instituciones y colectivos respecto a la igualdad de género, diseñando mensajes comunes e identificando acciones de sensibilización sobre la temática, donde se puedan sumar esfuerzos [sepa más].
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